La crisis ha tenido un coste muy fuerte para una ciudadanía que no comprende sus orígenes ni soluciones por su escasa cultura financiera. No encuentra fuentes fiables y comprensibles dónde aprender y para informarse tiene que acudir a medios especializados que utilizan una jerga técnica complicada. El caso del denominado �banco malo� es un ejemplo; una acepción que, a priori, tiene un sentido negativo, cuando en realidad es una solución. El presente trabajo pretende hacer un acercamiento general a los �bancos malos� susceptibles de ser conocidos por la ciudadanía en tiempos de crisis.