Respecto de la movilización argentina reciente se identifican dos ciclos: pre-crisis de 2001 y pos-crisis. El primero gozó de una fuerza destituyente excepcional, constituyendo un ethos participativo. El segundo se caracterizó por la necesidad de incorporar la dimensión instituyente de la política. El objetivo de este artículo es debatir esa falsa dicotomía destituyente/ instituyente que retrotrae a la división entre lo social y lo político. La propuesta es analizar este proceso de movilización y evaluar críticamente esas divisiones que marcaron esta dinámica beligerante. El argumento central es que esa brecha entre lo social y lo político -que excede a la experiencia argentina- despojó a la política de su carácter instituyente, resaltando el destituyente. La propuesta es, entonces, pensar a la institucionalización como una mediación entre la sociedad civil y el régimen político que recupere la potencialidad y complejidad de las organizaciones sociales.
Argentina�s recent mobilization identifies two stages: pre-2001 crisis and post-crisis. The first stage shows a unique dismissing force, generating a participatory ethos. The second one is characterized by the need to incorporate the institutionalize dimension of politics. The aim of this paper is to discuss the false dichotomy dismissingness/ institutionalization that goes back in a critic way to the division between social and political. The proposal is to analyze the mobilization process and critically evaluate those divisions that marked this belligerent dynamic. The central hypotheses is that the division between social and politics -that goes beyond the argentinean experience- stripped the institutionalizating character of politics, highlighting the dismissing one. The proposal is to think the institutionalization as a mediator between civil society and political regime in order to recover the potential and complexity of social organizations.