La ética de la intervención social ha sido una de las más importantes preocupaciones de los profesionales del Trabajo Social desde su fundación como disciplina teórico-práctica. De hecho, por suerte, son numerosos los casos de profesionales que podríamos tomar como ejemplo por la eticidad de sus conductas. En esta ocasión, destacaremos a dos profesionales que, en plena contienda nazi, arriesgaron su vida por los más desfavorecidos, los judíos, prefiriendo sufrir y arriesgar su vida por los demás a hacer sufrir y permitir la muerte de éstos, encarnando así, sin saberlo pero con una fidelidad sorprendente, la propuesta ética planteada por Emmanuel Lévinas. Ellas son Irena Sendler y Alice Salomon. Por ello, el objetivo del presente artículo consiste en señalar que las trayectorias de Sendler y Salomon resultan ser los antecedentes prácticos de la ética de Lévinas en el Trabajo Social.