El Código de conducta fiscal en el ámbito de la fiscalidad de las empresas constituye el elemento fundamental de las medidas que, en materia de imposición directa, han adoptado el Consejo y los representantes de los Gobiernos de los Estados miembros. El paquete de medidas pretende contribuir a evitar que se produzcan distorsiones económicas y se erosionen las bases fiscales de la Comunidad. El Código de conducta es un compromiso político de respeto de los principios de competencia fiscal leal y de no adoptar medidas fiscales que resulten perniciosas para otros Estados.