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D. Barjolle, M.L. Ghib, K. Larkham
Durante el primer período de programación de la política agraria común (PAC), una gran mayoría de instrumentos políticos (que pertenecen al primer y segundo pilar de la PAC, Natura 2000) no se llevaron a cabo en Rumania, debido a las dificultades para aplicarlos. Este artículo discute los argumentos a favor y en contra de la ampliación de régimen de pago único en la nueva PAC (2014-2020), y especialmente para las pequeñas granjas. Investigamos el funcionamiento de una comunidad rural ubicada en una zona montañosa remota, y discutimos si el actual sistema agrícola basado en explotaciones muy pequeñas, producen no sólo productos agrícolas, sino que al mismo tiempo muchas externalidades positivas como extrema riqueza en la biodiversidad y estabilidad social. De hecho, si lo tradicional, sistemas agrícolas extensivos pero a muy pequeña escala se redujeran en un futuro, los servicios ambientales de gran rendimiento actuales disminuirían en paralelo. Al mismo tiempo, la inclusión social disminuirá también, ya que actualmente no existe alternativa para las granjas familiares para encontrar suficientes fuentes de ingresos ni en Rumanía ni en Europa. Por lo tanto, el régimen de pago único puede tener un impacto positivo no sólo para la seguridad de los ingresos de las granjas, sino también para el bienestar social de las comunidades rurales y para la preservación de la biodiversidad de gran valor en este campo.
During the first programming period of the Common agricultural policy (CAP), a vast majority of policy tools (belonging to first and second pillar of the CAP, Natura 2000) were not implemented in Romania, because of the difficulties to implement them. This paper discusses the pro and contra arguments for the extending the single payment scheme in the new CAP (2014-2020), and especially for the small farms. We investigate the functioning of a rural community located in a remote mountainous area, and discuss whether the current farming system, based on very small farms, produce not only agricultural goods, but at same time many positive externalities like extreme rich biodiversity and social stability. Indeed, if the traditional, extensive but very small scale farming systems would decline in the future, current highly performing environmental services would decline in parallel. At the same time, social inclusion will decline as well, as there is currently no alternative for the family farms to find sufficient sources of incomes neither in Romania nor in Europe. Therefore, the single payment scheme may have positive impacts not only for the security of incomes of the farms, but as well for the social welfare of the rural communities and for the preservation of highvalue biodiversity in this area.
