Ángel Laborda Peralta, María Jesús Fernández
El año 2013 ha constituido un punto de inflexión tanto para las economías europeas como para la española, aunque existen importantes riesgos de cara a 2014. En el caso de España, tras haber experimentado una estabilización de la demanda nacional y del empleo más rápida de lo previsto, este año se espera una lenta recuperación del PIB y una modesta creación de empleo. Pero esto no significa que la crisis haya sido superada. Los procesos de ajuste aún siguen en marcha y la capacidad de crecimiento de la economía seguirá siendo bastante reducida durante algún tiempo.