Este artículo ofrece un marco analítico por el que analizar uno de los modelos más relevantes de democracia participativa, la democracia asociativa a nivel local. Mediante la hipótesis del sesgo participativo, el autor muestra los límites de este modelo de democracia: la lógica institucional de la competencia entre partidos imposibilita una distribución igualitaria de oportunidades de participación entre todas las asociaciones locales. Dado que la victoria electoral es el objetivo más importante del gobierno municipal, y que su segundo objetivo, la oferta de participación, significa distribuir el poder municipal, al hacer lo segundo, debe seleccionar aquellas asociaciones que no limiten el primer objetivo. Para contrastar la hipótesis, el autor analiza experiencias de democracia asociativa en municipios españoles.