Este ensayo trata de la confrontación entre principios universalistas y particularistas en lo que respecta a la construcción de identidades colectivas y nacionalidades (con especial referencia al caso boliviano). Por un lado, tenemos los principios universalistas, basados generalmente en el racionalismo clásico y la Ilustración, cuya consecuencia actual es el proceso de globalización (y modernización en Bolivia). A esta corriente, representada en Bolivia por la élite de blancos y por los sectores mestizos de clase media, se le puede atribuir un optimismo histórico acrítico y una clara tendencia modernizadora, niveladora y centralizadora. Por otro lado, tenemos los principios particularistas, relativistas y parcialmente tradicionalistas, que buscan comprender, sostener y consolidar las llamadas culturas arcaicas y extraeuropeas. Mediante una confrontación crítica de ambas corrientes en la realidad boliviana, el autor cree posible una síntesis fructífera de ambos principios, considerados como complementarios (sobre todo en sus versiones moderadas): la ética universal (en especial los derechos humanos) sería la base para un derecho efectivo a la diferencia.