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José María Alcántara González
La catástrofe del Prestige nos dicta muchas lecciones, por mucho que asistamos a lecturas de asombro ante el último fallo judicial. Pero todas esas lecciones sólo pueden conducir a una pregunta: ¿cómo evitar un nuevo Prestige? En el presente trabajo abordo esa crucial pregunta con un planteamiento global de los síntomas de insuficiencia que hoy padecemos a nivel internacional para así ofrecer un juego de múltiples respuestas que, a nuestro juicio, deben actual de forma complementaria y unísona. La descoordinación y los desfases entre las respuestas tecnológicas, administrativas, legales y financieras, en definitiva, de decisión política son los que pueden producir otro Prestige. No los peligros del mar ni el factor humano. El problema está en un sistema corrector que funcional mal, y a veces apenas funciona. Y la solución radica en estrechar el cerco a la navegación peligrosa.
