Toda democracia tiene que hacer frente, tarde o temprano, al fenómeno de la corrupción. Su supervivencia dependerá de la determinación de los gobiernos y de la eficacia de las medidas de rendición de cuentas adoptadas. Ciertamente, al manifestarse la corrupción de maneras muy dispares, no disponemos de explicaciones universalmente válidas acerca del abuso de poder o de la apropiación de bienes públicos para beneficio privado. No está nada claro que los tipos ideales ayuden demasiado, pues los clivajes sobre los que se erigen las instituciones de las distintas democracias confieren rasgos particulares, generando criterios de corruptibilidad heterogéneos según el régimen analizado. Por tanto, esa pluralidad de aristas convierte en conveniente y esencial el estudio de la corrupción desde la Filosofía del Derecho y la Filosofía Política.
Democracy, sooner or later, has to face corruption. Its survival will depend on both the decisions made by governments and the effectiveness of the steps taken to held incumbents and officials accountable. In truth, we cannot offer universally valid explanations to throw light on abuse of power or on appropriation of public goods for private benefit, because corruption is shown up in several ways. It is in doubt that the efforts of designing an ideal-type could help a lot, because the amount of cleavages on which different democracies� institutions are built discloses characteristics unique to them and makes criteria of malfeasance shifted from one polity to another. Consequently, that plurality of views encourages Philosophy of Law and Political Philosophy approaches as suitable and essential ones.