Edgar Bresó Esteve, Juan Pedro Sánchez
La inteligencia emocional está en alza y no se la debe perder de vista. Es un recurso personal de alto valor que puede hacer que la balanza del éxito gire hacia un lado u otro. Por este motivo, la razón y la emoción deben hacer equipo para desarrollar habilidades emocionales fundamentales en toda la organización, y en especial, en directivos y supervisores.