Christophe Ventura
El vasto movimiento de reorganización del comercio internacional sitúa las instituciones aduaneras y a sus agentes en el punto de impacto de dos fuerzas contradictorias. La del control, la regulación y la seguridad, prerrogativas estatales por excelencia. Y la de la fluidez y la velocidad, dictada por la circulación de las mercancías. Mientras, la misión de servicio público se difumina progresivamente...