Víctima de la desindustrialización, la ciudad de Detroit quebró en julio de 2013. Unos meses antes, el condado de Jefferson había experimentado el mismo destino por culpa de préstamos tóxicos. Sean cuales sean las razones, las bancarrotas municipales se encadenan, revelando las carencias de las pilíticas urbanas federales. Enredado en un nuevo pulso presupuestario entre el Presidente y el Congreso, Washington viene en ayuda de las colectividades locales a regañadientes.