Pese a que el transporte aéreo es una actividad, en esencia, transfronteriza y de indudables mimbres internacionales, la gestión del tránsito aéreo en la UE sigue respondiendo, en su organización y estructuración, a fórmulas fragmentarias de corte estatal. En el marco de la iniciativa del cielo único europeo, que apuesta por un espacio aéreo único sin fronteras, el desafío que supone, desde el punto de vista de la seguridad y del aumento de la capacidad, la gestión eficiente de las operaciones de tránsito aéreo choca de lleno con el principio intangible de la soberanía estatal sobre el espacio aéreo. El presente artículo analiza las causas y los efectos de ese escenario así como las posibilidades y los límites de las acciones emprendidas por la Comisión Europea para acelerar la puesta en práctica del cielo único europeo.