La protección y buena gestión de las pesquerías de interés común de varios países depende de la estrecha colaboración que lleven a cabo, lo que no siempre ocurre. El reciente Reglamento 1026/2012 de la UE sobre determinadas medidas destinadas a la conservación de las poblaciones de peces en relación con los países que autorizan una pesca no sostenible prevé un instrumento eficaz, las medidas comerciales, para fomentar dicha cooperación y promover una pesca responsable. Tales restricciones, sin embargo, podrán plantear problemas de compatibilidad con el Derecho de la OMC.