Eduardo Beamonte Córdoba, Alejandro Casino Martínez, Ernesto Jesús Veres Ferrer
La correcta medición del hambre es clave para orientar las políticas adecuadas que ayuden a su erradicación. Es importante diseñar medidas que contribuyan a alcanzar dicha finalidad y que permitan el establecimiento de prioridades por parte de los organismos competentes, tanto nacionales como supranacionales. En este trabajo se diseña un índice para medir la incidencia del hambre con la misma información que la utilizada por el Índice Global del Hambre (IGH). El índice propuesto categoriza previamente cada uno de los indicadores estadísticos del IGH según su pertenencia a uno de los cinco niveles en los que dicho índice clasifica la intensidad del hambre, penalizando la pertenencia a las categorías de mayor intensidad. Esta categorización es su principal novedad, al aceptar que la realidad del hambre es lo suficientemente importante como para enfatizar la peor de las situaciones reveladas por los tres indicadores individuales que lo definen.