Las reformas sociales y laborales de José Luis Rodríguez Zapatero, frente a la crisis, se inician bien entrado el año 2010, cuando el hasta entonces despreocupado Presidente del Gobierno se ve acuciado por un deterioro irresistible de la economía. Se da marcha atrás, entonces, a las medidas progresivas de sus primeros años y se acomete un serio recorte de los derechos sociales, particularmente en lo relativo a los derechos laborales y a la protección social. La confrontación con los sindicatos resulta inevitable y el descrédito popular creciente, lo mismo que le ocurrió a Felipe González a partir de 1994.