La Directiva de servicios, auspiciada por el principio de libertad, hace referencia a un tema clásico del Derecho administrativo como es el de los regímenes de intervención administrativa. Se impone una profunda revisión del concepto de autorización y se impulsan otras formas de intervención administrativa basadas en controles realizados ex post, las declaraciones responsables y las comunicaciones previas. La transposición de la Directiva en el Derecho interno tiene un impacto real sobre las entidades locales, que se proyecta en la manera de vertebrarse las relaciones entre la Administración Local y los particulares, en el marco del tránsito de una Administración con controles previos a una Administración supervisora que garantice la libertad de establecimiento y la libre prestación dentro de la Unión Europea.