Alvaro Choi de Mendizábal, Jorge Calero Martínez
El fracaso escolar constituye el mayor reto al que se enfrenta el sistema educativo español, ya que cuestiona su eficiencia interna (rendimiento del alumnado) y externa (problemas de los alumnos que fracasan para insertarse en el mercado laboral y en la sociedad). Elevadas tasas de fracaso escolar también dificultan el paso de la igualdad formal de oportunidades en el acceso a la educación a la garantía de conceptos más amplios de igualdad de oportunidades educativas. Este documento continúa y amplía estudios anteriores y reflexiona sobre políticas educativas que se pueden adoptar partiendo del análisis de los factores determinantes del riesgo de fracaso escolar. A efectos de este estudio, se considera que un alumno se encuentra en una situación de riesgo de fracaso escolar si no alcanza el nivel 2 en alguna de las competencias evaluadas por PISA (lectura, matemáticas y ciencias). Este análisis se realiza alimentando modelos logísticos multinivel con la información proporcionada por PISA-2009. Se plantean por ello tres modelos (uno por competencia) con dos niveles de variables: el nivel 1 corresponde a los alumnos; el nivel 2, a los centros. Los factores más relevantes a la hora de determinar el riesgo de fracaso escolar del alumno son, en el ámbito individual, el sexo, la repetición de curso y la falta de Educación Infantil; en el ámbito familiar, la categoría socioprofesional, la actividad económica y el lugar de origen de los padres, así como los recursos educativos del hogar y su utilización.
Finalmente, en el ámbito escolar, las variables que demuestran tener una mayor influencia en el riesgo de fracaso escolar son las relativas a las características de las familias de los alumnos escolarizados en el centro. La intervención temprana, la individualización del tratamiento del alumno y el mantenimiento de la equidad aparecen como ejes vertebradores de las políticas recomendadas.