La inclusión de Singapur como país PIDM se debe a la confluencia de factores singapurenses y españoles que provocan sinergias y complementariedad entre ambas economías. España necesita incrementar su presencia en el Sudeste Asiático, zona que está teniendo un desarrollo económico importante y que se estima se colocará como conjunto al mismo nivel de la India en 2030. Dentro del conjunto de países que conforman el área, Singapur se configura como el mejor ubicado para que nuestras empresas enfoquen su andadura comercial e inversora por la zona por su condición de centro distribuidor y financiero de primer orden. Además, a pesar de su pequeño tamaño, Singapur presenta unas perspectivas comerciales interesantes: importante programa de infraestructuras relacionadas con la extensión del metro de Singapur y un mercado maduro para nuestros productos gourmet y de moda joven.