El artículo analiza la evolución de la vida en solitario de las personas de 65 a 84 años no casadas y que no cohabitan en pareja entre 1991 y 2001 en siete países europeos (España, Francia, Grecia, Hungría, Portugal, Rumanía y Suiza). Para ello se utilizan microdatos censales procedentes de IPUMS (Integrated Public Use Microdata Series). Se examina el papel de cinco variables en la probabilidad de vivir solo frente a la de corresidir con otras personas y se investiga si la evolución observada se debe a cambios en la composición de la población. Adoptamos la regresión logística como técnica de estandarización con los datos censales. Los resultados muestran que los patrones regionales observados permanecen cuando se controla por todas las variables y que se da un aumento generalizado de la vida en solitario en 2001 en todos los países salvo en Rumanía, donde hubiera disminuido de no ser por los cambios en la composición de la población. La estructura demográfi ca (sexo, edad y estado civil) no modifi ca signifi cativamente las proporciones observadas a nivel temporal o regional. En contraste, las variaciones de estructura en cuanto a las variables socioeconómicas (nivel educativo y relación con la actividad) son clave para la explicación de una parte del cambio observado
This article analyses the development of single-person living arrangements amongst unmarried people aged between 65 and 84 years old who did not live with a partner between 1991 and 2001 in seven European countries (Spain, France, Greece, Hungary, Portugal, Romania and Switzerland). To do so, census micro data provided by IPUMS (Integrated Public Use Microdata Series) were used. The role of fi ve variables with regard to the probability of living alone versus living with others was examined. It was investigated whether the observed development was due to changes in the population composition. Logistic regression was used as a standardisation technique with the census data. Results showed that, after controlling for all the variables, the observed regional patterns remain the same, and that the proportion of elderly living alone increased in 2001 in all countries but Romania where, if the population composition had not changed, this proportion would have diminished. The demographic structure (by gender, age and marital status) did not signifi cantly modify the observed proportions either over time or at a regional level. In contrast, the variations of the structure regarding the socio-economic variables (educational level and employment status) were key to explain part of the observed change