Las dificultades del partido Demócrata durante el período de gobierno de George Bush, han hecho visibles carencias importantes en el modelo tradicional de la comprensión política. La noción de racionalidad vinculada a este implica una valoración excesiva de la verdad como condición de la obtención de un poder. Consecuentemente, se comenten errores en la identificación de las relaciones de dominación implícitas en un debate político, y no funcionan las estrategias críticas con las que se enfrenta al adversario.
Analizamos los supuestos generales de este modelo, destacamos su presencia histórica y presentamos una de las formas en que se estarían replanteando los objetivos generales del discurso político actual.