En este trabajo se relacionan los conceptos de servidumbre voluntaria y evaluación, considerando que el punto de encuentro entre ellos es la idea del necesario consentimiento del sujeto. La servidumbre voluntaria, así formulada por Étienne de La Boétie a mediados del siglo XVI, planteaba la primera paradoja: el poder que ejerce el amo no reside en su fuerza, sino en la legitimidad que le otorga el consentimiento del siervo. Durante el siglo XVII, en lo que respecta al pensamiento, fue el Santo Oficio quien ocupó el lugar del amo, y su arma fue la censura, estableciendo ya un procedimiento que había que admitir si se quería publicar. Un siglo más tarde, la idea de emancipación se convirtió en un ideal de la época, actualizando la proposición de La Boétie, ya que la emancipación ilustrada fue una llamada, un imperativo que no consideraba una realidad exterior en tanto que causa, sino que ponía el acento en el consentimiento del sujeto y en su voluntad de no ser libre. Para concluir, en el artículo se aborda la cuestión de la evaluación en tanto que una modalidad actual de la servidumbre voluntaria: la búsqueda metódica, incesante, del consentimiento del otro.