Partimos de que en sociedades políticas complejas, aun siendo el Estado un artificio necesario para evitar situaciones de dominación, su entramado institucional no está exento de reproducir análogas situaciones a aquellas cuya eliminación justificaba su existencia. Analizaremos desde esta óptica las críticas de Rawls y Nozick al utilitarismo, al que acusan de amparar actuaciones injustas por parte del colectivo hacia los individuos. En concreto, abordaremos el problema de los derechos inviolables desde estas tres líneas de pensamiento para concluir que, a pesar de que existen marcadas diferencias en sus respectivos planteamientos metodológicos, hay en las tres líneas de convergencia en lo sustantivo.
Concluiremos con una réplica a las objeciones antiutilitaristas y una defensa, siguiendo a John Stuart Mill de la mayor adecuación de esta escuela a la hora de defender la inviolabilidad de ciertos derechos fundamentales.