El Tratado de Maastrich, alrededor del cual el proyecto comunitario llegó a depositar tantas esperanzas, ha tenido un largo y doloroso proceso de ratificación. En efecto, a las resistencias nacionalistas -aún muy fuertes- vinieron a sumarse una serie de factores, como la fractura del Sistema Monetario Europeo y las guerras financieras y comerciales entre Europa, Japón y EEUU, que han sembrado dudas muy profundas acerca de si la CE logrará ir más allá del mercado común, es decir, hacia la unión mometaria y política y hacia lo que se ha dado en llamar "la Europa social".