Un joven comulga con un pendiente en la lengua, un cura habla de "gula", una monja rompe el silencio con una popular expresión de sorpresa, unos Reyes Magos regalan algo que no es mirra... Referencias religiosas cuyo propósito no es más que el de llegar al público con un toque de humor. Pero muchos fervientes seguidores de la Iglesia consideran que se ha agredido a la fe católica, y la Conferencia Episcopal ha abogado por que no se compre ningún producto cuya publicidad tenga connotaciones religiosas.