El oído es un órgano vital para los músicos, por este motivo, todos los cuidados para protegerlo nunca deberían ser suficientes, sin embargo, y a pesar de la relevancia que le toca desempeñar, las condiciones laborales han dado lugar a que más de la mitad de este colectivo sufran importantes pérdidas auditivas. Adoptar las medidas preventivas y ser conscientes de, que en muchas ocasiones, este problema trae consigo consecuencias irreversibles es fundamental para que la música no deje de sonar.