EE.UU. es una de las democracias con mayores tasas de encarcelamiento del mundo. No obstante, el problema no son sólo las dimensiones de su población penitenciaria -que, en 2010, superó los 7 millones de personas-, sino el enorme incremento de la que esta ha sido objeto en las últimas décadas y su concreto perfil. Según los estudios existentes, el denominado fenómeno de la encarcelación masiva ha recaído con especial virulencia sobre un sector de la población: los hombres jóvenes afroamericanos que residen en grandes ciudades.
En este contexto, el objetivo del trabajo es ofrecer una visión actualizada de la política criminal estadounidense, examinando las causas y las consecuencias de la encarcelación masiva, a partir de las contribuciones de los más importantes representantes de la doctrina norteamericana.
En este sentido, se examina el debate existente en EE.UU. acerca del papel del componente racial, que para algunos autores equipararía la encarcelación masiva a una nueva forma de segregacionismo. También se analizan con cierto detenimiento algunos problemas surgidos en la ejecución de las penas de prisión, como la violencia sexual en los centros penitenciarios o el abuso del cumplimiento en régimen de aislamiento.
El interés de este trabajo en el contexto español es evidente, habida cuenta del rumbo netamente punitivista emprendido por el legislador nacional. Así, la conclusión alcanzada tras el estudio del caso estadounidense es precisamente que las consecuencias de una política criminal punitivista resultan difícilmente asumibles en democracia.