Gustavo Duch
Si los mitos nos han llevado hasta la crisis actual, puede que sea el momento de plantear los anti-mitos. ¿Es posible aparcar la efectividad para que circule la afectividad? ¿Cerramos los espacios de competitividad y abrimos puertas de cooperación? Y la pregunta clave: la "ruralidad" y su cultura - considerada un atraso - ¿guarda en sus esencias verdaderos adelantos?