El presente artículo aborda la problemática de la declaración de ruina desde la perspectiva de la responsabilidad administrativa del propietario incumplidor del deber de conservación. Vivimos un momento de crisis económica en el que el desarrollo del suelo urbanizable ha dejado de ser una prioridad para el urbanismo, centrándose ahora las miradas en la conservación de la ciudad ya construida. La conservación y la regeneración serán los nuevos objetivos de la legislación urbanística de los próximos años.