¿Obama puede ordenar que se asesine a un ciudadano de su propio país? Esta cuestión se plantea a raíz de que un dron eliminara, en septiembre de 2011, a Anwar al Awlaki, un dirigente estadounidense de Al Qaeda en Yemen. El uso de estas máquinas sin piloto no suscita el rechazo masivo en la opinión pública occidental, mientras que los atentados suicidas se muestran como la cumbre de la barbarie.