Desde el punto de vista psicosociológico, las personas que ejercen prostitución constituyen un grupo heterogéneo con importantes diferencias en sus reacciones y en el ejercicio de esta profesión. Los principales actores sociales son tres: las personas que ejercen prostitución (mayoritariamente mujeres), los clientes y los grupos de presión (mafias; redes y proxenetas). El estigma social se hace patente sobretodo en algunas de las modalidades de ejercicio, como es en el caso de la prostitución de calle y de algunos clubes (en los de menor categoría) en los que ejercen principalmente mujeres con mayor riesgo de exclusión social. El resto de modalidades (clubes de alto standing; prostitución de lujo; pisos; servicios virtuales, etcétera.), caracterizados por una mayor privacidad, ocultamiento y una doble vida escapan a este estigma. La prostitución se ejerce por dinero. Es decir, por la misma razón por la que se lleva a cabo cualquier actividad socialmente desvalorizada. Por tanto la necesidad de acceder a rentas está presente en la mayoría de los itinerarios de acceso a la prostitución.
From the psychosocial point of view, people who exercise prostitution constitute a heterogeneous group with important differences in their reactions and in the practices of this profession. There are three main social actors: people who exercise the prostitution (mostly women), the clients and pressure groups (mafias, networks and procurers). Social stigma becomes evident, above all in some types of exercises, such as street prostitution, and some clubs (lesser category) where most of the women have a high risk of social exclusion. The rest of the modalities (club of high standing, luxury prostitution, flats, virtual services, etc) characterize by a greater privacy, concealment and a double life escape this stigma. Prostitution is done for money. That is, for the same reason that any socially devalued activity is carry out. So, the need to obtain incomes is present in most of the paths that lead to prostitution.