En el presente artículo se analizan los efectos en el ordenamiento jurídico español de la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 14 de marzo de 2013, cuya importancia se ha sobredimensionado dado que sus postulados tan sólo resuelven de manera parcial el drama de las ejecuciones hipotecarias. La STJUE de 14 de marzo de 2013 (rec. 415/2011) ha venido a confirmar las deficiencias del procedimiento judicial de ejecución hipotecaria español que se confiesa incapaz de facilitar las soluciones que la sociedad de nuestros días reclama. El Derecho, y en especial el Procesal, es un instrumento creado para lograr la justicia en la solución de conflictos, cuando fracasa en dicho cometido resulta ineficaz provocando situaciones injustas que en el caso que nos ocupa han llegado a cobrarse vidas humanas, víctimas de la desesperación y la impotencia. Nuestro legislador se ha limitado a ofrecer soluciones fragmentarias en modo alguno satisfactorias. Esperemos que los postulados contenidos en esta sentencia le obliguen a reflexionar a la luz de los derechos de defensa y de igualdad de partes tan minados en las ejecuciones hipotecarias.