Maximiliano Emanuel Korstanje
Los museos ya son parte de nuestra vida cotidiana, en ellos uno puede llevar a su familia, a sus hijos, porque siempre encierran una forma de la realidad antes no contemplada. Lo que a lo largo de los años ha hecho del museo un lugar de entretenimiento y educación ha sido nuestra curiosidad, pero al margen de ella, existen factores económicos, sociales y políticos que vinculan al museo con la habilidad humana para hacer y rememorar la guerra o eventos inesperados de un alto impacto para la sociedad (traumáticos) como ser desastres naturales. El museo, de alguna u otra parte,parece sublimar todas nuestras expectativas respecto a nuestra destructividad y a la presencia de la muerte.
Beyond being a form of cultural entertainment where one leaves their children for educative goals, museums evoke always a silenced reality. Even though, museum is a result of our curiosity posed after the passing of centuries, there are complex factors enrooted in politics, economy, and society that explain how these symbolized places work as forms of sublimating traumatic events as disasters or wars. Museums are born from our capability of making wars and extend the conflict beyond the boundaries of nationhood. Not only reminding us how destructive we are but also the inevitable presence of death, museums can be defined as the war by other means.