La utilización de sustancias tóxicas poco conocidas, al menos para el gran público, podría estar permitiendo el desarrollo de nuevas técnicas delictivas para la perpetración de delitos contra la libertad sexual y delitos patrimoniales. Esta situación lleva a plantearse la calificación jurídica adecuada para estas conductas. De esta manera, si bien la reforma operada en el ámbito del delito de abusos sexuales en el año 2010 aclara que este medio comisivo no reúne la entidad suficiente para integrar el delito de agresiones sexuales, aún es necesario analizar su posible inclusión en el delito de robo con violencia e intimidación.