Dentro del delito facilitado por sustancias, también llamado sumisión química, destaca el de finalidad sexual. Desde el punto de vista científico se distinguen dos tipos de delito sexual facilitado por sustancias, el premeditado y el oportunista. Internacionalmente se recomienda que la administración subrepticia de sustancias psicoactivas sea un agravante en los delitos sexuales. Se discute que tratamiento penal español de estos casos sea el de un abuso y no el de una agresión, y se debería penar de forma diferente la conducta premeditada de la oportunista.