Barcelona, España
La investigación sobre la participación de las mujeres en las TIC alerta de que la brecha digital de género persiste. Frente a ello, la mayoría de estudios se siguen concentrando en explicar los mecanismos de exclusión de las mujeres de las TIC. En este artículo propongo un giro del paradigma de la exclusión al paradigma de la inclusión para avanzar en esta cuestión. Voy más allá conceptualizando y analizando el proceso de autoinclusión de las mujeres en las TIC a partir de una muestra intencionada de tecnólogas artísticas e informáticas. Los resultados se basan en el análisis cualitativo de entrevistas y grupos de discusión y buscan responder a tres preguntas principales: ¿Qué expresan que las ha motivado a autoincluirse en las TIC? ¿Qué posibilitadores señalan que han ido encontrando? ¿Qué mecanismos exponen que han ido siguiendo y activando para autoincluirse? Como principales resultados muestro, primeramente, que las motivaciones por placer se evidencian como predominantes, pero complementadas por motivaciones más utilitaristas. En segundo lugar, que un conjunto de posibilitadores han facilitado su autoinclusión, entre ellos las mismas políticas de género. Finalmente, expongo una serie de mecanismos de autoinclusión que van más allá del aprendizaje y que incluyen ir haciendo y deshaciendo género.
Research on the participation of women in ICT shows that the gender digital divide persists. Given that, most studies continue to focus on explaining the mechanisms of exclusion of women from ICT. In this article I propose a paradigm shift from exclusion to inclusion. I go beyond inclusion by conceptualizing and analysing the process of self-inclusion of women in ICT from a purposive sample of women artistic and computer technologists. The results are based on the qualitative analysis of interviews and focus groups, in which I aim to answer three main questions: What motivated their self-inclusion? What enablers did they encounter? What mechanisms did they follow and activate to self-include in ICT? The main results show, first, that the motivations for pleasure are predominant, but often complemented by other utilitarian motivations. Second, a set of enablers facilitate women's self-inclusion in ICT, including gender policies. Finally, I discuss a number of mechanisms of self-inclusion that go beyond learning that include doing and undoing gender.