El aprendizaje-servicio es un método que se utiliza con frecuencia en la educación para la ciudadanía en los EEUU. Proporciona oportunidades a los jóvenes para definir y abordar las necesidades de la población, y al mismo tiempo, reflexionar sobre los conocimientos, habilidades y relaciones que requiere dicha tarea. De acuerdo con este enfoque, la educación para la ciudadanía democrática debe ayudar a los jóvenes a comprender que forman parte de una comunidad más amplia, fomentar su sentido de función y eficacia como agentes cívicos, y mejorar su capacidad para analizar cuestiones sociales y políticas, entendiéndose que estos resultados se consiguen de mejor forma si el aprendizaje es a través de la experiencia. Crear estas condiciones puede suponer un reto en el contexto escolar donde el alumnado suele estar apartado de la comunidad, muy controlado en sus actividades, y con un tiempo limitado para comprender las complejidades de ciertos temas. El presente artículo responde al papel creciente de los nuevos medios en la actividad cívica y política. Analiza específicamente cómo la integración de los nuevos medios en el servicio-aprendizaje puede facilitar o cuestionar los objetivos pedagógicos básicos de este enfoque de la educación cívica y las implicaciones para la práctica de fomentar la participación cívica de los jóvenes en los entornos escolares. Basándose en una revisión de los programas existentes y los resultados de estudios realizados, los autores muestran la forma en que nuevos medios pueden ser utilizados para apoyar los cuatro objetivos principales del aprendizaje-servicio: el diseño de entornos de aprendizaje auténtico, la creación de enlaces con la comunidad, apoyar la voz de los jóvenes y alentar la participación en cuestiones de justicia social.
Service-Learning, a popular approach to citizenship education in the US, provides youth with opportunities to define and address public needs while reflecting on the knowledge, skills, and relationships needed to do such work. This approach assumes education for democratic citizenship must help youth understand themselves as part of a larger community, increase their sense of agency and efficacy as civic actors, and increase their ability to analyze social and political issues. It also assumes that these outcomes are best learned through experience. Creating these conditions can be quite challenging in the context of schools, where students are typically separated from the community, highly controlled in their activities, and have limited time to grasp the complexities of a given topic. This piece responds to the growing role of new media in civic and political activity. Specifically, it examines how the integration of new media into service learning may facilitate or challenge the core pedagogical goals of this approach to civic education and the implications for the practice of supporting youth civic engagement in school settings. Based on a review of existing programs and research, the authors illustrate how new media can be used to support four primary goals of service learning � designing authentic learning environments, connecting to community, supporting youth voice, and encouraging engagement with issues of social justice.