Las crisis exigen idear instituciones que permitan conciliar la acumulación de capital y el progreso social. Dados los valores y principios que destilan, un mayor desarrollo e integración en el sistema socio-económico de las cooperativas y la economía social podría dotarlo de mayor creatividad social y perspectiva de largo plazo. Entonces, ¿por qué no participa más activamente la economía social en la concertación social territorial en España y en el País Valenciano? En base a un marco teórico evolucionista-regulacionista, se atribuye esta situación tanto a la falta de apoyo u oposición por parte de los participantes a la entrada de nuevos actores, como a la propia debilidad organizativa del movimiento cooperativo. Ahora bien, se muestra que cuando las entidades de economía social participan en la concertación territorial marcan la diferencia contribuyendo a obtener logros significativos en materia de desarrollo local y de cambio estructural, sugiriendo una línea de actuación futura.