Cristina Nélida Torres Tafur
La intermediación laboral, como mecanismo de descentralización productiva, permite a la empresa usuaria contratar a una empresa intermediadora para que le provisione de personal en forma temporal y le ceda sus poderes de dirección. La Ley N° 27626 admite la validez de la intermediación laboral en forma temporal por necesidades ocasionales y de suplencia. Sin embargo, regula como intermediación la prestación de servicios complementarios que implican el destaque permanente de trabajadores bajo subordinación de la empresa intermediadora. El presente análisis pone en evidencia esta paradójica regulación jurídica así como sus consecuencias en las relaciones individuales de trabajo.