El trabajo presenta un análisis de las tensiones que se viven en el catolicismo mexicano, a partir de una relación de cercanía discreta entre la Iglesia y el Estado. Señala las estrategias que este modelo de relación genera, que derivan en lo que se identifica como sistema panóptico, que busca guiar todas las áreas de la vida, a partir de una pedagogía del miedo. Se reconoce que el pluralismo religioso es un elemento para el discernimiento en la institución católica.