La guerra iniciada por París en Malí el 11 de enero recibe un apoyo internacional tanto más mitigado cuanto que los objetivos fijados permanecen imprecisos. ¿"Destruir a los terroristas", tal y como ha sugerido el presidente François Hollande? ¿Estabilizar la situación? ¿Reconquistar el norte del país? Al igual que Estados Unidos en Afganistán, y a falta de una visión estratégica, Francia corre el riesgo de empantanarse en las vastas zonas desérticas propicias para la guerrilla.