La Agencia Internacional de la Energía Atómica, incapaz de regular la circulación de materiales fisibles y de aportar una solución al caso iraní, presenta dos aspectos diferentes: es, por una parte, celadora de la energía nuclear civil y, por otra, gendarme de la energía nuclear militar. Defenderá las virtudes del átomo en el propio Fukushima, donde tiene lugar su conferencia ministerial del 15 al 17 de diciembre.