Alicia Villegas Molina
El pasado 13 de noviembre arrancó en A Coruña el macrojuicio del desastre del Prestige, un petrolero que iba cargado con 77.000 toneladas de fuel oil de baja calidad, con bandera de Bahamas, y que registró hace diez años una fisura en uno de los tanques provocada por un fuerte temporal cuando se encontraba navegando a 28 millas de Fisterre. Las autoridades le dieron orden de alejarse de las costas gallegas. Pero el Prestige se partió en dos el 19 de noviembre de 2002. Lo que provocó la mayor catástrofe medioambiental registrada en España cuyas consecuencias aún se hacen sentir en Galicia. El juicio se prolongará hasta mayo de 2013. Los damnificados esperan que la sanción sea ejemplar. Semejante a la que las autoridades estadounidenses impusieron a la empresa petrolera BP causante del desastre de la plataforma Deepwater Horizon que provocó, en 2010, la muerte de 11 obreros y la peor marea negra del Golfo de México. Después de haber tenido que gastar 14.000 millones de dólares para detener la fuga de hidrocarburos, BP tuvo que pagar 8.000 millones de dólares a las víctimas del desastre. Y acaba de ser condenada por el departamento estadounidense de Justicia a abonar una nueva multa récord de 4.500 millones de dólares.