Por tradición, la intermediación laboral en la agricultura ha facilitado el reclutamiento, la movilización y el control de la fuerza de trabajo. En la actualidad, en contextos de agriculturas reestructuradas social y productivamente, ésta modifica su perfil y características; la diversidad de sus modalidades y funciones permite a las empresas utilizar estrategias muy flexibles de contratación, a la vez que posibilita formas diferentes de registro de los trabajadores. Las producciones agrícolas del Valle de Uco, en la provincia de Mendoza, Argentina, constituyen un caso con gran potencial para avanzar en la conceptualización de la intermediación laboral en este tipo de escenarios. La heterogeneidad de formas, funciones y actores conforman un panorama a partir del cual es posible extraer conclusiones sobre su naturaleza en las condiciones señaladas.