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Tomás Quintana López 
, Susana Rodríguez Escanciano
La existencia de diferentes órdenes jurisdiccionales sobre la base de la especialización funcional de los órganos que los integran, en atención a la clase de pretensiones sometidas a su conocimiento y decisión, así como a la normativa aplicable para la resolución de las controversias que están llamados a conocer, genera dificultades en cuanto a la distribución o reparto de los ámbitos materiales en que aquellos pueden operar. Son particularmente llamativas las que tradicionalmente vienen planteándose en la delimitación de los órdenes jurisdiccionales contencioso-administrativo y laboral, motivadas fundamentalmente porque mientras que el diseño del primero se hace descansar en los conflictos surgidos a causa de la actuación de la Administración pública, los límites del segundo se fijan atendiendo a la materia social sobre la que versa el conflicto, con independencia del sujeto o sujetos que realicen la actuación controvertida, doble criterio que, al no ser absolutamente excluyente, da cobertura a zonas comunes a ambos órdenes jurisdiccionales, produciendo incertidumbres e, incluso, conflictividad, que el legislador trabajosamente y de forma casuística sucesivamente ha intentado aclarar, pretensión a que obedecen igualmente algunas previsiones de la reciente Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la Jurisdicción Social. A esa aclaración, desde la perspectiva que le es propia, también pretende contribuir el presente estudio.
The existence of different jurisdictional rulings based on the functional specialisation of the organisms they are comprised of, bearing in mind the type of wishes subjected to its knowledge and decision, as well as the regulations that are applicable to the resolution of the controversies it has to consider, generates difficulties in the distribution of the material spheres in which the said organisms can operate. Of particular note are those which are traditionally considered through the definition of the jurisdictional rulings of both Administrative and Labour Litigation. This is mainly due to the fact that, while the design of the former rests on the conflicts arising from actions on the part of the Public Administration, the limits of the latter are fixed according to the social matter upon which the conflict is based, independently of the subject or subjects that perform the controversial action. This double criterion, as it is not absolutely exclusive, awards coverage of common areas to both jurisdictional rulings, giving rise to uncertainties and even conflict of interest which the legislator, laboriously and casuistically, has repeatedly tried to clear up. This desire is also set out in the recent Law 36/2011, of October 10th, regulating Social Jurisdiction. This paper, from its own perspective, also aims to contribute to this matter.
