La crisis económica ha reavivado viejos recuerdos en Grecia. En primer lugar, el de Alemania, que la ocupó, masacró y saqueó durante los sombríos años de la Segunda Guerra Mundial. En segundo lugar, el de las injerencias aliadas, como en 1994, cuando el Reino Unido prefirió aplastar a la Resistencia local y colaborar con las milicias de extrema derecha antes que ver cómo el país escapaba a su dominio.