Carlos María Correa
La resolución adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra, el 26 de marzo pasado, podría representar un primer paso hacia un cambio en el modelo de investigación farmacéutica dominante. Los miembros de la Organización Mundial de la Salud decidieron examinar en profundidad, a nivel gubernamental, las recomendaciones de un grupo de expertos que propicia la adopción de una Convención obligatoria que permitiría curar por fin las enfermedades contagiosas que matan a más de 10 millones de personas cada año, el 90% de las cuales en los países en desarrollo.