Más de un año después de la irrupción en las plazas de una movilización ciudadana masiva al grito de "No somos mercancía de políticos y banqueros", se ha confirmado lo que entonces parecía sólo un deseo o una mera ilusión: la conversión de aquel acontecimiento en acta de nacimiento de un novísimo movimiento social que hoy continúa desafiando la "dictadura de los mercados", empeñada ésta en aprovechar la crisis para imponer una política del "shock" que amenaza con desmantelar derechos sociales y libertades políticas fundamentales. Y una parte de la izquierda sin enterarse...