Régis Genté
El movimiento nacido en 2011 en varias empresas petroleras kazajas fue brutalmente reprimido por el presidente Nursultán Nazarbáiev. Pero el régimen no ha conseguido silenciar el descontento de los obreros; una parte de la población está cada vez más molesta al ver a una pequeña minoría ostentar una opulenta riqueza. Estos acontecimientos prueban que existe una sociedad consciente de su fuerza.